domingo, 31 de mayo de 2009

El Miedo

El miedo paraliza. El miedo ataca y punza, convirtiéndose en un freno a muchas de las cosas que uno quiere alcanzar. En los días que han precedido mi partida a Bagdad, me ha dado por reflexionar al respecto, y una de las muchas preguntas que me han acechado es por qué hay semejante estímulo a la valentía en nuestro mundo. ¿Qué importa que sea cobarde? A estas alturas de mi vida, no siento que deba demostrar nada a nadie, y si a todos los que me rodean les provoca pensar que soy irresoluto y temeroso, bien pueden hacerlo con toda confianza. No me importa. Tener miedo es sano. El miedo me ha impulsado a evitar ciertos riesgos innecesarios. El miedo es parte de mí. El miedo a veces salva.

El problema empieza cuando los temores no sólo influyen en la percepción que los demás tienen de mí, y empiezan a mellar mi percepción de mí mismo. Y es que ya me he cansado de renunciar a mis sueños (aunque suene novelesco), porque simplemente no me atrevo a dar los pasos necesarios para alcanzarlos.

Es por ello que puedo decir con absoluto conocimiento de causa que una de las razones que más peso tienen para decidirme a emprender esta aventra es, precisamente, el miedo. El miedo a seguir negándome a conocer lo desconocido. El miedo a seguir paralizado. El miedo que debo vencer.

No, no me he vuelto valiente de la noche a la mañana. Es sólo que, con el pasar de los años, la conciencia de que la vida es una sóla y es cortísima va creciendo vertiginosamente, de manera directamente proporcional a las ganas de aprovecharla y vivirla al máximo. Si lo primero que debo combatir es el miedo, así será. Voy a abrazar mi destino con la confianza plena de que algo nuevo aprenderé, aquí, allá, o más allá. Sin miedo. O cabalgando sobre él.

1 comentario:

Irene L. Gonzalez R. dijo...

es decir, el miedo a la brevedad de la vida te ayuda a sobrellevar otros miedos... el miedo SIEMPRE estará alli, lo importante es no dejar que domine tu forma de vivir sino aprender a vivir con él, pues muchas veces es tu mejor amigo. el buen miedo protege, te ayuda a ser cauteloso, te ayuda a postponer y darte cuenta si es lo que quieres realmente... creo que tu miedo se convirtió en uno muy bueno. te quiero.