martes, 19 de enero de 2010

Movie Time! - "Up in the Air"


Título en español: Amor sin escalas
Director: Jason Reitman
Año: 2009
Escritor: Jason Reitman y Sheldon Turner (guión); Walter Kirn (historia)
Protagonistas: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick
**** (Hay que verla!)

A medio camino entre comedia romántica y dramón, hay que admitir que este film ha sido quizás sobrevalorado. Hasta cierto punto, el guión es un poco predecible y abundante en personajes cliché. Las actuaciones están muy lejos de ser esas grandes e inolvidables interpretaciones que uno esperaría ver considerando la pesada presencia de este film en el circuito de premios. Algunas escenas que debieron tener mucha más sustancia simplemente no cuajaron, sea por falta de tiempo o porque les dio pereza escribirlas mejor. Por si todo esto fuera poco, el patrocinio de American Airlines, la cadena Hilton y Hertz llega a ser tan descarado que sólo es comparable al de FedEx en Cast Away.

Dicho todo esto, resulta inevitable preguntarse por qué Up in the Air ha tenido tal éxito, tanto de crítica como de audiencia. A fin de cuentas, no es un mega-blockbuster sobrecargado de efectos especiales y gente azul (algo aparentemente tan atractivo para las grandes masas en estos días...). Me atrevería a decir que la popularidad de este film se debe a un factor crucial: el timing. En un mundo golpeado por una recesión histórica, hurgar en la situación con un toque de humor negro (aunque sea superficialmente, como es el caso), da buenos resultados.

Sin embargo, no es el único mérito de esta película. El guión es simple, sencillo, sin rebuscar demasiado ni profundizar innecesariamente, pero llega a ser contundente en su planteamiento central: no importa cuál sea la filosofía de vida que uno asuma, y no importa cuán cool pueda ser llevar una vida de rat pack moderno a la George Clooney (ceja levantada incluída), el quid del asunto está en el sentido de propósito. ¿Cuál es el de cada quién? Es esa invitación al auto-escrutinio lo que separa a esta película del montón. Y aunque la respuesta parece sutilmente guiada y cursi, no se les pasa la mano. Por otro lado, un grupo de personajes cuya fórmula uno cree conocer al pie de la letra, termina cobrando vida y credibilidad en un contexto que resulta demasiado familiar para muchos, hasta el punto de lograr algo impensable para el tipo de personajes del que hablo: matices. El resultado es un buen equilibrio entre calidez y realidad. Altamente recomendable.

No hay comentarios.: